29 feb 2012

Eficiencia vs. exceso

El sentido del título de este posting debería ser autoevidente para un ingeniero en cualquier caso y ámbito, aunque ni mucho menos lo es en lo que se refiere a algunos aspectos sustantivos de la política energética que se viene desarrollando en España a partir de 1996. Teniendo en cuenta que una parte relevante de los objetivos de esa política ha sido y es la reducción de emisiones, de los dos grupos de posibilidades que la tecnología permite (eficiencia energética en el uso vs. generación con renovables) el legislador ha optado sistemáticamente por la segunda, sin atender salvo por la vía de las anécdotas a la primera de ellas. La elección se ha decantado por la opción más fácil y provechosa sin duda para los productores y proveedores del sector de renovables, que han tenido la habilidad de capturar a su favor las jugosas rentas de la regulación. Sin embargo, a la luz de las consecuencias que ya empiezan a hacerse evidentes para el conjunto de la sociedad, en particular el notable encarecimiento de la electricidad y las obligaciones de compra y retribución al régimen especial legalmente adquiridas cara al futuro, parece natural cuestionarse si tal forma de proceder ha sido un acierto o no.

Tres profesores de la U. Pontificia de Comillas - ICAI, Álvaro López-Peña, Pedro Linares y José Ignacio Pérez-Arriaga, han llevado a cabo un estudio sobre esta cuestión en el que se preguntan si hubiese sido más rentable económicamente para el sistema energético (y para la sociedad española, claro) una política orientada a priorizar el ahorro. Los resultados muestran cómo efectivamente, el apoyo al ahorro energético debería haber prevalecido por su menor coste.

Descarga aquí el artículo 'Análisis retrospectivo de la eficiencia de la promoción de las renovables y del ahorro energético para la reducción de emisiones de CO2 en España', publicado en ICE Revista de Economía nº 862, Septiembre-Octubre 2011.

27 feb 2012

(1,36 + 1,08 + 0,86 + 0,73) * PIB = El debe del apesadumbrado

Según datos del Banco de España la deuda total del país (empresas, bancos, familias y administraciones) al finalizar el año 2011 era de aproximadamente el 403% del producto nacional (PIB: 1.073.383 M€). Esta cantidad se repartía respectivamente entre empresas (136%), bancos y cajas (108%), familias (86%) y administraciones públicas (73%). En total una suma de 4,3 Billones de Euros (con B grande, es decir un 1 y 12 ceros), que se quedaría en 3,2 B€ si se eliminasen de esta cuenta las entidades financieras dado su papel de intermediación, al menos teóricamente, en la economía. La deuda nacional total per capita supone una cantidad cercana a 92.000 Euros, es decir unas 4 veces el salario medio (22.511 Euros) que gana al año una persona trabajando en España si el INE está en lo cierto.

Las grandes cifras de la economía aparentemente son claras, pero en sí mismas no dicen mucho. ¿Significa lo anterior que este nivel de endeudamiento es soportable o bien (mal) acabará por hundirnos definitivamente como claman algunos agoreros? Especialmente preocupante es la sospecha de que tanta deuda signifique una dificultad adicional a otras sobrevenidas a nuestro país por causa de la recesión económica. En particular el efecto que pueda tener sobre la posibilidad de que España recupere a corto plazo la debilitada inversión (pública y privada) y se genere empleo neto perceptible. Las cuentas son desde luego un poco gloomy: tomando como hipótesis un plazo medio de devolución de 20 años y tipo de interés el 3% para el conjunto de la deuda, aún excluyendo la parte de la banca, la economía nacional no financiera (empresas, familias y AAPP) debería dedicar anualmente una cantidad de 256.000 M€ a su servicio, es decir casi la cuarta parte del PIB. La recuperación de nuestro país pasaría entonces por subir el PIB y reducir deuda, es decir invertir la tendencia actual. Pero ¿cómo y cuándo será ello posible?

Dice la última edición del semanario The Economist que España ha retrocedido en lo que llevamos de crisis 7 o más años en su nivel de desarrollo económico. Sin embargo quien nos gobernaba hace tres meses asegura hoy desde la oposición que tales consideraciones y otras parecidas no son sino pretextos de 'comentarista apesadumbrado' ¿..?

Ver aquí el artículo publicado en The Economist 'Lost economic time: The Proust index'

24 feb 2012

Circo

El mércoles murió (¿o se murió?) repentinamente Luis Moreno Mansilla, uno de los arquitectos españoles más interesantes y menos numereros del panorama actual de ese controvertido arte. Había acudido a Barcelona para asistir a la presentación de un libro homenaje a Enric Miralles, otro arquitecto fallecido joven hace ya una docena de años y artista igualmente de primera clase. Una fúnebre ironía encadena ahora estas dos pérdidas de figuras de indudable valor, pero así de aleatorio es ese lado fronterizo e indeseable de la vida que llamamos muerte.

Mansilla inició hace casi 20 años con su asociado Emilio Tuñón (y también entonces con Luis Rojo) la publicación independiente de una serie de ensayitos monográficos sobre temas varios, más o menos relacionados con el mundo de la arquitectura pero también de interés para los ingenieros que compartimos ciertos valores con nuestros primos-hermanos en cuestiones de gusto formal. Luis Mansilla & Co. le dieron el nombre de CIRCO a esa serie de papeles, reconociendo así el valor como fuente de ideas de la obra homónima de Alexander Calder. No está de más recordar que Calder, un genio reconocido de la escultura del siglo XX, fue ingeniero antes que artista plástico (posiblemente sin que hubiera mucha relación entre ambas ocupaciones).

El primer número de CIRCO salió en 1993 y el más reciente de los panfletillos de la serie a finales de 2011. En este último Luis deseaba a sus lectores felicidad para el año en curso.

Ver aquí CIRCO 1 y CIRCO 174.

23 feb 2012

El capital riesgo entre La Robla y Gijón

Ya se conocen los datos de actividad del capital riesgo en España durante el año pasado. Según ASCRI, la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo, la inversión total durante 2011 ascendió a 3.249 M€ y la desinversión supuso 1.557 M€. Conviene recordar que el uso del término capital riesgo en España se refiere a una actividad financiera más amplia de lo que se entiende por ello en el contexto anglosajón, y comprende tanto la inversión en 'venture capital' (propiamente capital riesgo) como en 'private equity' (inversión en compañías que ya están en funcionamiento). Según el informe resumen de ASCRI correspondiente al año 2011, 2/3 de las inversiones tuvieron por destino operaciones de buy-out, es decir la compraventa de participaciones de empresas preexistentes, lo que supone un simple cambio en su estructura de propietarios. La inversión real en tejido de nueva creación o ampliaciones por la vía del capital riesgo se habría situado entonces el año pasado en torno a unos 1.000 M€. El informe de ASCRI no hace referencia qué parte de esta cantidad corresponde a lo que se denomina seed capital que corresponde a la financiación de start-up (ronda de arranque de inciativas de emprendimiento), aunque la historia de años anteriores sitúa la participación porcentual de esa primera ronda en niveles bastante bajos del total (alrededor del 5%).

A efectos comparativos, un simple dato: el coste previsto (salvo desviaciones) por el Ministerio de Fomento para la construcción del tramo La Robla - Gijón del AVE se sitúa en 3.980 M€. Si hubiera que construirlo con el capital riesgo desembolsado nos quedaríamos en Pola de Laviana ..!


Ver el informe de ASCRI aquí.

22 feb 2012

Breve aunque interesante

Esta entrada es muy breve, pero la referencia bibliográfica a la que alude me parece interesante para contemplar la ingeniería de otra manera, con un angular más amplio.

Ver la referencia aquí.

21 feb 2012

La huella

No trata este posting de recordar la película de Mankiewicz que enfrentaba en singular disputa cinematográfica aquellas dos inteligencias tan propiamente british representadas por los actores Michael Caine y Lawrence Olivier. Se refiere concretamente a otro tipo de huella que es la 'huella hídrica': traducción al español de término water footprint. El concepto está (más o menos) claro y trata de expresar en términos cuantitativos el volumen de agua que se usa en un determinado contexto espacial o económico (país, ciudad, sector productivo, etc.) como consecuencia de su normal desarrollo; es decir el agua que es necesaria en un ámbito concreto para el consumo humano y/o la correspondiente producción de bienes y servicios. La huella hídrica como indicador del uso del agua en relación con el paradigma de la sostenibilidad ambiental fue introducida en el año 2002 por Chapagain y Hoekstr, entonces investigadores del instituto IHE de la UNESCO en Delft.  El valor de este concepto como variable a considerar en la toma de decisiones en política del agua no ha dejado de criticarse por parte de muchos expertos, debido sobre todo a las limitaciones y cautelas con que se debe emplear este indicador. Su cálculo obedece a un procedimiento aproximado y discutible de asignación, y además el significado concreto del valor de la huella hídrica depende mucho de las circunstancias particulares del propio dominio al que se aplica. La utilización de la huella hídrica para comparar la eficiencia ambiental del uso de agua en lugares geográficos o sectores de actividad dispares es susceptible de error o incluso manipulación interesada, lo cual por desgracia no es ajeno a otras delicadas cuestiones relativas al dilema del cambio climático, como la comunidad científica ha tenido ocasión de comprobar (bien a su pesar) hace un par de años.

Se publica ahora un estudio detallado y con una resolución espacial sin precedentes titulado The water footprint of humanity. El organismo que lo edita es The Pacific Institute for Studies in Development, Environment, and Security, Oakland, CA, y el informe viene referido en el boletín Proceedings of the National Academy of Sciences of the U.S.A., número 109 del 14 de Febrero de 2012. Sus autores son el anteriormente citado profesor Arjen Hoekstr y un colega suyo de la universidad de Twente de nombre Mesfin Mekonnen. Según su informe la huella hídrica de España se situaría en 2005 en 2.461 m3 por persona y año, un valor elevado en relación con el promedio de 1.385 m3 que calculan para el conjunto del planeta, siendo además el tercero más alto de los países desarrollados detrás de los de EEUU y Portugal. El dato que se da para España correspondería según la estimación de los autores a un consumo de 108.550 Mm3/año en el total del país, solo ligeramente inferior a la aportación neta de agua dulce de la que dispone anualmente, lo cual no deja de sorprender incluso a un lego en la materia. Téngase en cuenta que, según se recoge en la publicación Water Policy in Spain (1) editada hace un par de años por los reconocidos hidrólogos españoles Alberto Garrido (UPM) y Ramón Llamas (UCM), la disponibilidad media de agua en España se sitúa en 111.186 Mm3/año, casi el mismo valor que arroja el cálculo de Hoekstr y Mekonnen sobre la huella hídrica.

Si el consumo real de agua fuera en España tan intensivo como se afirma en ese estudio nuestros ríos llegarían exhaustos y desde luego más bien negros a sus desembocaduras. Posiblemente estaríamos también esquilmando cada año las reservas de los embalses (53.405 Mm3) y la capacidad de los acuíferos subterráneos (39.892 Mm3) de nuestro solar patrio. Sorprende por tanto una inconsistencia como esta en un estudio cuyo valor científico debería ser más acorde con la difusión que recibe en medios incluso especializados, teniendo además en cuenta el uso dogmático que de él se hará por parte de la comunidad ecologista y otros grupos de interés análogos.


(1) Water Policy in Spain. Alberto Garrido & M. Ramón Llamas Editors. CRC Press, 2009.

Un resumen del informe The water footprint of humanity de Hoekstr y Mekonnen, referido en los Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA puede obtenerse precisamente aquí.

20 feb 2012

El 20 y la fe postmoderna

El 20 da la impresión de ser un ejemplar bastante soso de la serie de infinitos números que a uno le pueden venir a la cabeza incluso un día como hoy, 20 de Febrero. Para los ingenieros acostumbrados a tratar con especímenes más enrevesados y traviesos, como los cinco números que intervienen en la elegante identidad de Euler (e, π, i, 1 y el imprescindible 0), hay números mucho más interesantes. Tampoco es el 20 un número cabalístico al estilo del 7 o de significado entrañable como fueron en su momento el 18, que marcaba la entrada en la edad adulta y el salvoconducto para ver películas con enjundia o ligar en discotecas, o el 21 de la mayoría de edad y el derecho al voto (a partir del año 1977, claro).

Y sin embargo el anodino 20 ha ido haciéndose sitio en la notoriedad numerológica al formar parte de ciertos eslóganes que llegan a la sociedad desde el marketing político y también atraen a la ingeniería con el señuelo de una nueva edad de oro. Un buen ejemplo de ello es el popular 20-20-20 que el Parlamento Europeo aprobó en el denominado paquete Energía y Clima en Diciembre de 2008. No es preciso recordar que ese triple 20 consiste en el compromiso de cada Estado miembro de la UE para alcanzar (o preferiblemente rebasar) en el año 2020 el umbral del 20% en cuanto a la reducción de las emisiones de CO2, la participación de fuentes renovables en el consumo de energía primaria y la mejora de la eficiencia del consumo energético. En lo que se refiere a España, esos tres 20 llevan aparejada a su innegable virtuosidad programática y demás prístinos deseos un alza escandalosa de los costes energéticos hasta niveles nunca vistos en nuestro país.

Siguiendo con el magnetismo del 20 y puestos a continuar gastando lo que no tenemos (según se nos repite cada día) parece que toca ir una vez más detrás del Madrid 2020, la tercera y ya veremos si última llamada a la puerta del COI. Según manifestaba recientemente el gerente de la tropa española que se dispone al próximo asalto de la fortaleza olímpica '.. en 2012 queríamos los Juegos, en 2016 podíamos hacerlos y ahora los necesitamos'. También muy encomiable. Claro que habrá que ver si unos JJOO tal como se desarrollan en estos tiempos suponen la panacea para los males urbanos o al menos una ganancia tangible a favor de la ciudad que los alberga. No estaría de más averiguar en nuestro caso cuál será el retorno (cuantificable, por favor) de la inversión y desde el punto de vista del interés público asegurarse de que la rentabilidad de la operación no se va a perder en el brumoso bosque de las externalidades positivas, los efectos diferidos, los incontables beneficios indirectos y demás artículos de fe postmoderna. Sin tomar posición a priori ni jugar a ser doblemente antipatria en este asunto (una vez contra la patria chica, Madrid, y otra contra la profesión), me ha parecido interesante aportar una muestra de la opinión variopinta que aflora sobre este mismo tema en el Reino Unido, país que estrenará en pocos meses su flamante London 2012. Curiosa costumbre anglosajona, sopesar los 'pro' y los 'contra' ..

Ver el artículo '2012 Olympics: The gains from the Games' (The Financial Times) here.

17 feb 2012

Water & Power

Reconforta escuchar los elogios que los directivos de REE (Red Eléctrica Española, la entidad operadora del sistema eléctrico en nuestro país) extienden públicamente sobre la hidroelectricidad, generalmente por analogía con los vehículos de lujo: el Rolls Royce o el Ferrari de la energía, según dicen. Sin embargo salvo acciones singulares como las que están llevando a cabo Iberdrola en la nueva central reversible de La Muela II en Cortes de Pallás (840 MW) margen derecha del Júcar y Endesa en Moralets II sobre la Noguera Ribagorzana (400 MW), poco de interés se ha hecho por potenciar esta tecnología en los últimos años. La hidroeléctrica es una variedad limpísima dentro de las energías limpias (0,2 tons CO2/GWh, frente a 7 de la eólica o 480 de los ciclos combinados), eficiente a más no poder desde el punto de vista de la gestión del sistema (especialmente para facilitar la integración de fuentes intermitentes como el viento) y a largo plazo sensiblemente más barata que cualquier otra alternativa de las que están hoy presentes en el mix de generación de electricidad. Y sin embargo se repite con resignación que la hidro está bien pero tiene poco desarrollo adicional posible en España pues el potencial de aprovechamiento, económica o ambientalmente viable, se encuentra ya próximo a su límite.

Llama la atención un artículo que aparecía hace unos días en la prensa, escrito por un economista senior del ala conservadora, Juan Velarde, reclamando un poco más de interés e imaginación para repensar esta cuestión. Quizá no le falte razón, especialmente ahora que parece que el embrujo que extendió Maléfica sobre el mundo del agua hace 8 años puede tocar a su fin y a lo mejor el país se anima a salir de una vez de tan frustrante modorra hidráulica. Una argumentación en tono más riguroso y académico sobre el valor que crea la hidráulica en combinación con otras tecnologías renovables puede encontrarse en el 'paper' del profesor Javier Contreras y su equipo sobre la eficiencia a ganar si se coordinan producción y almacenamiento mediante la explotación conjunta de parques eólicos y centrales de bombeo.

Enlaces para descargar el artículo de Velarde  y/o el estudio de Contreras.

16 feb 2012

Inteligencia civil

La inteligencia parece claramente una de las vías de progreso de la ingeniería civil; así ha sido a lo largo de la historia. Pero aparte de la agudeza natural de los ingenieros que diseñan, construyen o gestionan, hay ahora otra especie distinta de 'inteligencia' a tener en cuenta, que es la artificial de los 'smart systems'. Se trata de la inteligencia computacional que proviene de las tecnologías de la información y los sistemas de control inteligente embebidos en las obras de ingeniería: sensores, procesadores, redes, software ..

La universidad de Cambridge ha hecho recientemente una apuesta decidida por este tipo de inteligencia en la ingeniería civil creando un nuevo y flamante centro de investigación: ‘Innovation and Knowledge Centre’ (IKC) on Smart Infrastructure and Construction'. ¿Para cuándo algo así en nuestras Escuelas? Entonaremos aquella canción de Dylan: The Times They Are a-Changing ..

+info, como siempre aquí.

15 feb 2012

Hablando, que es gerundio

La política energética que disfrutamos o sufrimos actualmente en España viene de los procesos de reforma iniciados (hace ya 15 años..!) con la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico y posteriormente la Ley 34/1998 del Sector de Hidrocarburos. Ello unido a la prolija y en ciertos aspectos atropellada e incoherente regulación del Régimen Especial (renovables y cogeneración) ha producido transformaciones de una extraordinaria magnitud en el mundo de la energía. Los cambios afectan a todo lo realmente importante: funcionamiento de los mercados, órganos de regulación, cadenas de valor, estructura de la oferta, planta de generación y precios, entre otras cuestiones. En algunos casos con efectos absolutamente disparatados como el déficit tarifario que arrastra un fardo de 24.000 millones de Euros, 'minucia' que los consumidores debemos a las empresas eléctricas y sigue creciendo a un ritmo superior a 6.000 M€/año  (la reciente 'moratoria' lo único que intenta es eliminar la aceleración del déficit, no su velocidad de crecimiento). Todo ello a pesar de las subidas recurrentes en las facturas que vienen produciéndose en estos últimos años.

Recientemente (10-2-2012) la Comisión Nacional de la Energía ha finalizado un  proceso de consulta pública con objeto de recoger  las opiniones y sugerencias de todos los agentes interesados con respecto a los cambios que, en su caso, pudieran introducirse en el marco regulatorio actual. La CNE ha recibido el encargo por parte de la Secretaría de Estado de Energía del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, de elaborar un informe sobre medidas de ajuste regulatorio que se pudieran adoptar en el sector energético, en particular medidas dirigidas a  atajar la evolución del déficit tarifario en el sector eléctrico y evitar un posible déficit estructural para el periodo 2012-2015 en el sector del gas. La CNE hará público ese informe dentro de aproximadamente un mes. No se tiene noticia sobre si el Colegio de ICCP ha manifestado opinión al respecto.

Ver nota de prensa aquí y alguna noticia reciente sobre el déficit tarifario acá.

14 feb 2012

Cuestiones de género

Hacerse ingeniero nunca ha sido fácil, y si además se es mujer, al menos históricamente menos aún. Nuestro buen e infatigable amigo Javier Muñoz se ha entretenido en investigar sobre las circunstancias en que se ha producido el acceso del género femenino a la profesión y ha conseguido reunir una serie de datos muy interesantes.

El informe puede consultarse aquí.

13 feb 2012

Infraestructuras y otras subespecies

El término infraestructura(s) no representa, al menos en el uso omnicomprensivo que se le otorga en la actualidad, un concepto que se deba emplear despreocupadamente desde la ingeniería como equivalente y menos aún sustituto de lo que de manera convencional se entiende por obras públicas. La voz infraestructura es un anglicismo que debe su popularidad al hecho de haber figurado con regularidad habitual en la literatura económica norteamericana desde mediados del siglo pasado y en tal sentido se refiere a un sujeto genérico que comprende indistintamente la totalidad del aparato productivo de una nación. La infraestructura no equivale por tanto a las obras de ingeniería civil.

Descarga aquí el artículo 'Sobre la pertinencia, conveniencia o intranscendencia del uso del vocablo 'infraestructura(s)' en el habla de los ingenieros de Caminos'.

12 feb 2012

Sagasta y su Club

En una profesión cuya historia se remonta al año 1802 y tradicionalmente situada más cerca que lejos del poder, raro sería que no hubiese aparecido algún hombre público notorio. Ingenieros de Caminos ha habido casi siempre en la política, unos más finos y brillantes y otros no tanto porque de todo se da en la viña del Señor. Nos quedaremos aquí con los de primera categoría para rememorar a uno de los personajes clave de la segunda mitad de aquel convulso y al tiempo inconclusivo siglo Diecinueve que en cierto modo aún proyecta secuelas en nuestra realidad presente. Nos referimos a Práxedes Mateo-Sagasta, a quien se recuerda comúnmente como Sagasta a secas, egresado de la Escuela de Caminos en el año 1849 y a quien su vocación pública y el gusto por el poder llevaron a ejercer la presidencia del Consejo de Ministros, nada menos que .. ¡siete veces! 

Sagasta no fue de joven el ingeniero acomodado habitual en aquel tiempo, disfrutando de un destino bien remunerado y con prestigio social (en su caso la jefatura de Obras Públicas de Zamora). Todo lo contrario, fue un inconformista a quien sus inquietudes políticas llevaron hasta el punto de sufrir condena a muerte por agitador, aunque afortunadamente supo burlar la pena exiliándose por un tiempo en Francia. Personaje anticonvencional también en sus costumbres y enfant terrible de las Cortes Constituyentes en el bienio del general Espartero, impulsó como político la primera formación liberal-progresista que cuajó en nuestro país, fundando y liderando el Partido Liberal. Ese fue Sagasta. 

Tomando su figura a modo de patronímico pretexto, se presenta aquí el blog del Club Sagasta(*): un ensayo de espacio para la opinión y expresión de ideas sobre asuntos de interés público relacionados en general con la ingeniería. Mantenía el propio Sagasta que entre unos y otros no está de más que se manifieste '.. cuáles son las opiniones, cuáles los principios que se está dispuesto a defender a todo trance y obrar así con el más completo conocimiento'. Pero cualquiera sabe ..




(*) Información sobre el Club Sagasta y este blog: César Lanza, clanza@clubsagasta.es