7 mar 2012

Política editorial

Repasando los títulos de la colección Ciencias, Humanidades e Ingeniería (CHI), que fue años atrás no sólo el buque insignia de las publicaciones del Colegio de Ingenieros de Caminos sino un excelente vehículo de relación de nuestra profesión con la sociedad y el ámbito de la cultura, uno advierte carencias muy significativas. Especialmente en lo que se refiere a la bibliografía sobre personajes del siglo Veinte que dentro de la profesión no sólo fueron de primera categoría, sino que supieron desbordar el estrecho cauce de la técnica en su dimensión de grandes emprendedores y creadores de un valor mucho más amplio para la sociedad. Pienso en figuras de la talla de los Urgoiti (Nicolás y su hijo Ricardo), Antonio Mendoza, Antonio Fernández López, José Mª Aguirre Gonzalo, José Entrecanales, Victoriano Muñoz Oms, Pedro Durán Farrell, Julián Trincado, Rafael del Pino y otros hombres egregios que pueden encontrarse en la nómina de los ICCP sin necesidad de acudir a indagaciones profundas. Se trata de grandes ingenieros de sus propios caminos y sobre todo encomiables hombres de empresa que tanto han tenido que ver con la modernización económica y empresarial de España y que fueron en muchos sentidos un ejemplo a considerar especialmente en tiempos de tribulación, dentro del juego de luces y sombras que inevitablemente acompaña la vida de cualquier persona relevante.

Me atrevo a animar a quien tenga la responsabilidad sobre la producción editorial del Colegio a que se dé nueva vida a la impagable pero hoy mortecina CHI. Que la colección recupere la altura de miras y aquel espíritu editorial abierto, la calidad de sus primeros contenidos y sobre todo la intencionalidad profundamente inteligente que supieron imprimirle en su creación nuestros ilustres compañeros José Antonio Fernández Ordónez, Juan Benet y Clemente Sáenz Ridruejo, a quienes en tantos aspectos aún se echa de menos. En mi opinión ampliando el objeto de la serie para unir a las anteriores C, H e I una cuarta letra, la E de emprendimiento, economía, excelencia empresarial o como se quiera denominar el espíritu de creación de valor que anima a la ingeniería. Una CHI orientada no sólo a los hechos científicos o humanistas que se dan en el mundo de los ingenieros sino también a los episodios notables de emprendimiento, pues la empresa ha de considerarse parte significativa de la cultura de la profesión y a su vez los hechos culturales deberían encontrar un lugar más natural en el medio empresarial en que mayoritariamente nos desenvolvemos.

Ver aquí las referencias disponibles de la colección CHI.

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